Es bueno comer bonito!
Por eso una comida no sólo puede llenar la barriguita de los niños. Pueden ser alimentos divertidos. Una comida también puede llenar sus ojitos y hacer crecer su interés y ganas de comer. La decoración de los recipientes de comida que ellos llevan para almorzar es una buena herramienta para hacer que ellos se sientan más atraídos a la mesa y disfruten de una buena y bonita comida. Además en una linda comida viaja el amor de mamá.
No hay nada como una bonita mesa y un atrayente plato de comida para impresionar a los pequeños. La comida no entra sólo por la boca, también por los ojos.
Con la imaginación y la creatividad, se puede presentar unos platos divertidos y muy originales, sin tener que gastar mucho dinero. Así, los niños se sentirán como si estuvieran en un restaurante de cinco estrellas.
Con paciencia y voluntad se puede poner en práctica algunas ideas para decorar la comida de los niños. Presentar ensaladas divertidas con ratones, carros y tortugas, dibujar una carita en la pizza y un trencito hecho de salchicha sobre el arroz. Con carne y tomate se puede montar un gusano de lo más nutritivo.
La comida puede ser una de ellas. Si tienes otra idea y deseas compartirla con nosotros, estaremos encantados de recibirla.